Feb 03

Autores muertos, textos vivos (y discutiendo…)

Los textos trascienden a sus autores. Una vez puestos en el mundo siguen produciendo efectos, repercusiones e influencias sobre las inteligencias de las personas y en el corazón de las culturas, por años, décadas o siglos (dependiendo de su valor, profundidad e impacto).
En ese sentido podemos decir que “los textos tienen vida propia”. Tanto es así que “discuten entre ellos”, debaten, se refutan, interaccionan…

Como lo indica su nombre, este trabajo es un entramado inter-textual: textos discutiendo contra textos, con muy poca o casi ninguna participación del autor.
Nada de ello es casual. En tal movimiento dialógico, “filmado” en estas breves páginas, se presenta un modelo a escala del inconmensurable tejido de la escritura universal en el cual ya no dialogan personas sino discursos.

Así brotan los grandes disparadores que dan estructura a la obra:

Primero, ¿qué pasa, entonces, con la subjetividad en el lenguaje?, ¿qué hay del sujeto?, ¿siguen vigentes las figuras clásicas del autor y el lector?, ¿o la escritura ha tomado una suerte de ‘vida propia’?

Segundo: ¿encontraremos alguna clase de sentido en esta inmensa telaraña de palabras que se hablan entre sí?, ¿existe algún significado, o todo se trata de un mero “juego de lenguaje” carente de contenido?, ¿será que la Filosofía, y el conjunto de las humanidades, sólo son una bella ornamentación vacía, o una frívola y artificiosa intelectualización estética?

Tercero: Si en el gigantesco universo intertextual hubiera significación, ¿cuánto de verdad podríamos hallar? O antes aún: ¿qué es la verdad?, ¿existe?, ¿de qué se trataría un concepto tan “fuerte” que espanta a los oídos posmodernos?

Desde aquí en adelante… ¡Que hablen los textos!

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